sábado, 15 de enero de 2011

Dormir, para soñar

Hoy, es uno, otro de esos días de los que me levanto con las orejas gachas, sin ganas de nada, más que de dormir, por ver si sueño con él, e imaginar su tacto, su voz, una vez más.
Sin embargo, levantarme y distraer mi mente un rato en otras cosas, ha sido lo mejor que he podido hacer. Levantarme para aburrir a los demás, contándoles cosas sobre ti, repetirles veinte veces lo que me dices, hasta que griten “Joder, cállate ya”. Echarle cojones al momento, porque pienso en ti. Aun así, he aprovechado, y he dormido un rato más. Tan sólo cinco minutos más le pedía a mi despertador, para continuar ese sueño, tan real. Mi cabeza ha imaginado la propia imagen de mi misma, durmiendo sobre mi cama, lo que cambiaba esto, era oírte entrar en mi cuarto, haciendo ruido con tus botas en el suelo, como no. Te acercabas a mi cama, eufórico, gritando, tras darme un beso “Cariño, ¡te voy  a contar lo que he hecho hoy!” Yo me he dado la vuelta, te he mirado mientras sonreía y me has contado tu día, de esa forma tan dicharachera que tienes, que me encanta escuchar, por la cual, permanezco siempre tan callada, al terminar, me has dicho “Ya está, bésame” No sé cómo se me ha podido ocurrir darte un tonto beso en la frente, si sabía que me pedirías un beso en la boca, el cual, te he dado. Un beso largo, de esos lentos y largos que se dan cuando sientes a alguien en el más profundo rincón de tu alma. Uno de esos besos… Así nos hemos quedado. Me he sentido tan cuidada… protegida, querida. Una sensación tan confortable ¿Adivina qué? Sí, maldita alarma… siempre jodiendo los sueños para traerte a la amarga y jodida realidad. Levántate sin ganas. Lo peor que te puede pasar.
Hoy día, sé que sin hablar contigo, no puedo irme tranquila a dormir… Qué aunque tan solo me digas “ Hola. Mi día? Genial, espero que el tuyo también. Me tengo que ir a dormir. Adiós, te quiero”
Tan sólo eso, me hará dormir tranquila. Pero hoy no. Hoy necesitaba oírte… saber que si hablo, estás al otro lado, me da igual si atento o distraído, si despierto o dormido, si estás, sólo si estás, me da igual. Necesitaba que deleitaras mis oídos con esa ronca voz que dice tantas tonterías.
Fíjate si hoy te necesitaba, que hablo sola, imaginando que estás. ¿Estoy loca? Nah, es costumbre ya.
Y esa canción, que tantas veces soñé con que alguien me la dedicara… ¡Tachan! Vienes tú, y me la dedicas. Toma ya.

Hoy he estado tanto tiempo sola, que me ha dado tiempo a pensar muchas gilipolleces, cosas como, que ahora, que tengo el poder en mis manos, desaparecer, y largarme contigo. He dicho tantas tonterías, que tengo la sensación de que me va a reventar la mollera en un momento u otro.
¿Sabes una cosa? Hoy entré en una casa, pequeñita, un piso. Me lo imaginé con tapices en las paredes al más puro estilo árabe, étnico, no sé, miles de cachimbas por todas partes, cortinillas en las puertas, una tenue luz cálida, pufs por los suelos, gigantes. Ya sabes, nuestra futura casa.
No sé, quizás este un poco obsesionada, o tan solo es que hoy te necesito. No sé, no sé nada. Tan solo, que por el momento, te espero.
¿Cómo puedo echarte tanto de menos? Puedo llegar hasta ti, si cierro los ojos. Puedes llegar hasta mi, siempre que tu quieras. No hay nadie más por aqui, tan solo nosotros. Juega conmigo a romper todas las barreras, cuando nadie es capaz de convertir el miedo en aire.





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