Hoy, vuelvo a soñar contigo. Vuelvo a recordar aquel dia en ese banco mojado y desgastado.
Vuelven a mi cabeza esos ilusos planes de futuro que suenan tan realistas. Vuelvo a recordar tu olor, tu voz, tu calor…
Creo que te odio. Te odio por recrear en mi esa ilusión de estar felizmente con una persona.
Por recrear el sentimiento de desesperación cada noche por escuchar su voz. La sonrisa de imbécil me delata al ver tus llamadas perdidas. La tristeza al saber que tras colgarte, no vas a estar en mi cama, abrazándote a mi cintura.
Dormir cada día con el olor a metal entre mis manos, con el frio material contra mi piel. Un largo suspiro, y comenzar de nuevo, la rutina sin ti. La rutina de pensarte y soñarte despierta.
Pensar, que alguien como tú, presta tanta atención a alguien como yo…
Si soy sincera, quiero acostumbrarme a dormirme con tu áspera voz.
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