Un día sin ti. Bueno, basicamente, todos los días estoy sin ti, pero digamos que hablar contigo o verte trás la pantalla, me hace más fácil las cosas...
Un día sin ti. Y pensar que ayer cantaría contigo, a grito pelao', cogida a tu mano... que cantaría esas canciones que un día canté mentalmente contigo a mi lado, forzando mi voz por que saliera, temblando.
Un día sin ti, un día más sin ti. Que cantaba sola, bueno, no, no estaba sola, pero me siento más sola si tu no estás. Cantaba esas canciones, mirando al techo, que un día cantaste a mi lado, mientras mis ojos retenian las lágrimas de felicidad.
Que tu voz ronca, inunda mis sentidos.
Te llamé, lo prometí, ¿Recuerdas? Te llamé, te llamé y escuchaste, ¿escuchaste algo? Porque yo sólo te queria escuchar a ti, y en el único momento que pude escuchar, tu voz decía de forma atontada " Oye, que te quiero" y mis lágrimas salieron de forma disimulada, las retuve y colgué. Colgué y en ese momento deseé que estuvieras ahí, con más ganas...
Un día sin ti. Un día en el que me di cuenta de que sin ti, falta una parte de mi. No me siento igual de llena...
Que recuerdo momentos, sueltos, contigo, y mis ojos se desbordan. Como cuando estabamos echos un lío entre las mantas, y tu cantabas, con los ojos cerrados, y yo miraba, como si el mundo se acabara con esa canción. Te miraba. Te miraba como si tu fueras mi mundo y al acabar esa canción, acabara mi mundo. Que parecia estar en una pompa, a solas, contigo, en esa habitación fría, que parecía ser mi único refugio de la realidad... Y mi silencio, se mantenía por no romper la armonía que tu voz y ese olor tan caracteristico de ti, la armonía que tu creabas...
Tú creías que te miraba de tal forma, porque andabas dormido, yo te miraba de esa forma, creyendo que sabías lo que decían mis ojos. Que decían a gritos un eterno "te quiero".
Iba contigo de la mano, y sentía que el mundo podría ser nuestro, y que la gente evitaba nuestros pasos, porque desbordabamos felicidad, al menos, yo lo hacía. Una felicidad que da miedo, una felicidad que ellos jamás podrían alcanzar, y por ello, nos evitaban, por envidia. Me sentía protegida, a pesar de que tú parecieras más crio que yo. Cosa que me encanta. Esa risa tonta que me creas desde el fondo de mi garganta, que sale como un estruendo, rompiendo mi silencio, y tu armonía. Y ahora, al andar sola, recuerdo tus pasos al lado de los míos, recuerdo que tu mano cogía la mia, haciendo que no estuviera muerta, y fría, como ahora está cuando voy sola. Recuerdo las ganas de comerme el mundo, esas ganas que ahora se convierten en agachar las orejas al cruzarme con alguien, evitando mirar a los ojos, porque antes, tenia unos ojos a los que mirar, y ahora tan solo me queda el recuerdo, que se avivará ciertos días de este año, aunque mis ganas de hacerlo sean día a día, hora a hora, minuto trás minuto, segundo por segundo. Y cada día es más grande la desesperación por verte, tenerte. Y esque me encantaría recorrer el mundo contigo, o tan solo, recorramos una parte de él, un pueblo, o una ciudad, recorramoslo entero, y hagamos el amor en cada lugar prohibido, hasta que duela.
Sinceramente, no sé si serás o no la única persona en mi vida, pero sea así o no, ahora te entrego todo lo que tengo, lo doy todo, por estar contigo. Perdona si esto es un poco largo y cambia de sentido cada dos por tres. Perdona si esto te aburre, o si te hace llorar... Perdona si crees que soy idiota por decir esto, perdona. Perdona si crees que eres mi única inspiración, aunque sea cierto. Perdoname todo, o no perdones nada, si es que tienes que perdonar, ... perdona, si te digo te quiero, y te quedas sin saber que decir, con esa sonrisa tan niña, que me hace reir... Porque esto es lo que siento, es lo que tengo y lo que me queda. Me queda esperarte algún día en la estación con los nervios en la boca. Me queda pedirte que desaparezcas por un ratito conmigo del mundo...
He aquí el lugar donde expreso lo que pienso, lo que siento, ... he aquí el lugar donde calla mi boca y hablan mis dedos.
viernes, 18 de febrero de 2011
martes, 8 de febrero de 2011
Me encanta.
Me encanta vivir.
Me encanta decir que me encanta la vida.
Me encanta decir “Hoy no es mi día”
Me encanta decir que la vida es una puta, y no acabar la rima.
Me encanta cuando llega la hora de la ducha y desconecto para vivir en mi cabeza durante un rato, y solo escuchar mi propia voz.
Me encanta recordar y reír.
Me encanta que nieve y no tener que ir a clase.
Me encanta esa cara de inocente que se me queda cuando algo bonito me sueltan a la cara.
Me encanta culpar a los demás de tonterías.
Me encanta exagerar las cosas bonitas.
Me encanta hacer el loco yo sola, mirarme al espejo y reírme de mí.
Me encanta mirarme al espejo desnuda antes de ducharme y pensar “no estoy tan mal”.
Me encanta hacer un poco el idiota para hacerte sonreír.
Me encanta cuando el frio me hace estremecer…
Me encanta saber que hay tantas cosas que me encantan, muchas más que no hay aquí.
Me encanta.
Me encanta cuando pones esa cara de concentración tras la pantalla, o cuando sonríes por alguna tontería y yo también sonrío porque te observo in fraganti.
Me encanta que me observes mientras pongo orden en mi habitación.
Me encanta que me cuides de tal manera que me sienta más niña aún a tu lado.
Me encanta cuando te pones un poco celoso cuando hablo de los demás.
Me encanta que temas o creas que puede haber alguien más, cuando eres tú, y nadie más que tú.
Me encanta que te vuelvas loco por llamarme.
Me encanta que me hables de historia.
Me encanta que me despiertes si me duermo al teléfono.
Me encanta amanecer pegada al teléfono contigo.
Me encanta soñar contigo y despertarme con una sonrisa de oreja a oreja que me dure toda la mañana.
Me encanta que me digas que me quieres.
Me encanta que me digas que sonríes cuando te digo “te quiero”.
Me encantan tus fallos y tus virtudes.
Me encanta tu risa y tu sonrisa
Me encanta ser tu razón.
Me encanta que seas mi razón.
Me encanta que te entren ganas de matar por protegerme.
Me encanta saber que podría poner miles de cosas que me encantan de ti.
Me encanta que seas como eres y contigo ser como soy.
Me encanta saber que eres uno de los pilares de mi vida.
Me encantas.
Me encanta.
Me encanta que ella me diga “La tonta de los regalices “y que a mí me dé igual.
Me encanta cuando espero ese abrazo con ímpetu tan cálido y siempre es más de lo que espero.
Me encanta que tú me arregles como si fuera tu hermana pequeña.
Me encanta cuando me sacrifico por ti y me lo agradeces con una sonrisa.
Me encanta que con una mirada me digas todo.
Me encanta que me sonrías cuando estás feliz.
Me encantan las tardes de tranquis contigo en la tetería.
Me encanta que juntas pasemos mierdas.
Me encanta que tu mano no suelte la mía hasta en las distancias más largas.
Me encanta que nos ayudemos mutuamente a salir de los chanchullos.
Me encanta ayudarte a aclararte la cabeza.
Me encanta que te rías conmigo cuando peor estás.
Me encanta compartir contigo tanto.
Me encanta que seas mi YO y juntas un par de "gatitas"
Me encanta hacer el tonto constantemente contigo.
Me encanta saber que eres uno de los pilares más importantes de mi vida.
Me encanta que seas como eres y que contigo pueda ser quien soy.
Me encanta saber que podría poner mil cosas más de ti y de mí.
Me encantas.
Me encanta.
Me encanta que me enseñes un poco de cultura de la que no enseñan en la escuela.
Me encanta que me cuentes tus anécdotas y un ataque de risa me haga llorar.
Me encantan tus historias cómicas.
Me encanta ver películas que sólo vería si es contigo.
Me encanta que me ayudes con mis planes malévolos y que me digas “estás loca” cuando la única loca eres tú.
Me encanta huir contigo de los pájaros veraniegos.
Me encanta que me ayudes con quien tú ya sabes…
Me encanta amanecer contigo frikeando y hablando del canibalismo, y que nos muramos de hambre y no pares de hablar de comida.
Me encanta despertarme contigo por la tarde y tener que hacernos de comer.
Me encanta ponerme manos a la obra contigo.
Me encanta que no tengamos fotos y tenga que poner esta.
Me encanta desvariar tantísimo contigo.
Me encanta invitarte a boniatos en mitad de Madrid.
Me encanta tu empane mental frente a la pantalla.
Me encanta tu forma convincente de hacer las cosas.
Me encanta saber que eres un pilar importante en mi vida, que me ha hecho quitarme peso de encima y me ha ayudado a dar el último paso a mis cosas.
Me encanta saber que podría poner miles de cosas sobre ti que me encantan.
Me encanta como eres, que seas tú y contigo ser como soy.
Me encantas.
Me encanta.
viernes, 4 de febrero de 2011
Una vez más
Hoy, vuelvo a soñar contigo. Vuelvo a recordar aquel dia en ese banco mojado y desgastado.
Vuelven a mi cabeza esos ilusos planes de futuro que suenan tan realistas. Vuelvo a recordar tu olor, tu voz, tu calor…
Creo que te odio. Te odio por recrear en mi esa ilusión de estar felizmente con una persona.
Por recrear el sentimiento de desesperación cada noche por escuchar su voz. La sonrisa de imbécil me delata al ver tus llamadas perdidas. La tristeza al saber que tras colgarte, no vas a estar en mi cama, abrazándote a mi cintura.
Dormir cada día con el olor a metal entre mis manos, con el frio material contra mi piel. Un largo suspiro, y comenzar de nuevo, la rutina sin ti. La rutina de pensarte y soñarte despierta.
Pensar, que alguien como tú, presta tanta atención a alguien como yo…
Si soy sincera, quiero acostumbrarme a dormirme con tu áspera voz.
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