lunes, 30 de enero de 2012

Otra vez, has vuelto.

He vuelto a saber de ti, reino del insomnio.
Eso no está hecho para mi, los golpes no me enseñan, tan solo abren heridas que cada día cuesta más curar, y cuando creo que todo está, vuelves a por mi.
Mi cabeza grita y cada vez más alto, pide tiempo que no tengo para recapacitar, no sé llevar la marcha que mi vida lleva, no sé cuando parar de caminar, o cuando necesito descansar. Las cosas se complican en seguida para mi y es demasiado fácil explotar.
Mi cabeza pide ayuda en sueños de agobio y ansiedad.
Y no sé porqué las arcadas me llenan la boca y el asco permanece en mi cuerpo unos días, la saliva me sabe mal y me vienen malos recuerdos. Parece la putrefacción de mi propia vida. Esto no puede acabar bien.


¿Sientes el vacío por dentro ahora? ¿Sientes el dolor corroer en tus entrañas? ¿A caso sientes algo?
Solo quiero evadirme de forma temporal, ivernar como aquel que dice; que nadie me agobie, que nadie moleste, que nadie me hable, que alguien me ayude...

Reabriendo la mente.

Bueno, pues tras un tiempo de perdida, vuelvo a abrir el blog, porque yo más que nadie lo necesito.
He perdido demasiado tiempo ya.
Abriendo puertas.